THE CULT OF PERSONALITY
2018 - dance, music theater
For bass clarinet, drummer and two dancers
(live video and electronics)
ARTURO FUENTES | EVA & ANNA MÜLLER
DIEGO ESPINOZA | LUIS MORA
Duration: 1hr.
Original idea: Arturo Fuentes
Music composition: Arturo Fuentes
Improvised music: Diego Espinoza, Luis Mora
Choreography: Eva & Anna Müller
Stage direction: Arturo Fuentes
Lighting: Arturo Fuentes
Sound design: Arturo Fuentes
Video direction: Arturo Fuentes
Direction: Arturo Fuentes
Live camera: Eva Müller
Performed by: Eva & Anna Müller (dance), Diego Espinoza, Luis Mora (music)
Recorded voices: Internet sites
Premiere:
18 - 19 September 2018. Foro experimental José Luis Ibáñez
UNAM, México. Festival Vértice
Produced by: Arturo Fuentes, Festival Vértice, Lightness Theater Innsbruck
Executive producer: Festival Vértice
Music score edited by: LondonHall Editions, Austria
Festival Vertice Link
Storyline: The cult of personality” (El culto a la personalidad) del compositor y director de escena Arturo Fuentes plantea un tema que afecta a la sociedad actual ¿Qué pasa con nuestra identidad al entrar en contacto con las redes sociales y la tecnología digital? Dos cuerpos en el escenario se unen y forman entre ellos seres amorfos que en ocasiones se llenan de belleza, de gracia y de levedad. El escenario es como la cámara obscura donde se revelan las fotos de nuestra personalidad, almacenada en el vacío digital del selfie. En este espectáculo el video, los sonidos electrónicos, el set de iluminación, los músicos en vivo y las bailarinas, recrean el lugar inexistente donde hemos perdida nuestra personalidad: somos hombres sin nombre y animales con instintos digitales.
Radicado desde hace veinte años en Europa el compositor mexicano Arturo Fuentes ha creado en los últimos años espectáculos donde él mismo dirige la puesta en escena y compone la música. En esta ocasión colabora con dos de las bailarinas más activas de la escena austriaca, Eva y Anna Müller. El resultado es una obra con una profunda cuestión social donde todos los elementos escénicos están en constante interacción: la iluminación con los sonidos electrónicos, el video con los músicos en el escenario y la fotografía con las bailarinas. La era digital plantea muchas interrogantes, una de ellas la aborda “The cult of personality” El culto a la personalidad… ¿dónde quedó nuestra identidad?
2018 - dance, music theater
For bass clarinet, drummer and two dancers
(live video and electronics)
ARTURO FUENTES | EVA & ANNA MÜLLER
DIEGO ESPINOZA | LUIS MORA
Duration: 1hr.
Original idea: Arturo Fuentes
Music composition: Arturo Fuentes
Improvised music: Diego Espinoza, Luis Mora
Choreography: Eva & Anna Müller
Stage direction: Arturo Fuentes
Lighting: Arturo Fuentes
Sound design: Arturo Fuentes
Video direction: Arturo Fuentes
Direction: Arturo Fuentes
Live camera: Eva Müller
Performed by: Eva & Anna Müller (dance), Diego Espinoza, Luis Mora (music)
Recorded voices: Internet sites
Premiere:
18 - 19 September 2018. Foro experimental José Luis Ibáñez
UNAM, México. Festival Vértice
Produced by: Arturo Fuentes, Festival Vértice, Lightness Theater Innsbruck
Executive producer: Festival Vértice
Music score edited by: LondonHall Editions, Austria
Festival Vertice Link
Storyline: The cult of personality” (El culto a la personalidad) del compositor y director de escena Arturo Fuentes plantea un tema que afecta a la sociedad actual ¿Qué pasa con nuestra identidad al entrar en contacto con las redes sociales y la tecnología digital? Dos cuerpos en el escenario se unen y forman entre ellos seres amorfos que en ocasiones se llenan de belleza, de gracia y de levedad. El escenario es como la cámara obscura donde se revelan las fotos de nuestra personalidad, almacenada en el vacío digital del selfie. En este espectáculo el video, los sonidos electrónicos, el set de iluminación, los músicos en vivo y las bailarinas, recrean el lugar inexistente donde hemos perdida nuestra personalidad: somos hombres sin nombre y animales con instintos digitales.
Radicado desde hace veinte años en Europa el compositor mexicano Arturo Fuentes ha creado en los últimos años espectáculos donde él mismo dirige la puesta en escena y compone la música. En esta ocasión colabora con dos de las bailarinas más activas de la escena austriaca, Eva y Anna Müller. El resultado es una obra con una profunda cuestión social donde todos los elementos escénicos están en constante interacción: la iluminación con los sonidos electrónicos, el video con los músicos en el escenario y la fotografía con las bailarinas. La era digital plantea muchas interrogantes, una de ellas la aborda “The cult of personality” El culto a la personalidad… ¿dónde quedó nuestra identidad?
ARTISTIC IDEA
Introducción
The cult of personality (El culto a la personalidad) plantea un paradigma de nuestro tiempo, donde las redes sociales y lo digital (el algoritmo) construye al hombre y no a la inversa. Esta reflexión sobre la incertidumbre del mensaje digital en los medios de comunicación induce, por otro lado, a un cuestionamiento sobre la personalidad, la privacidad y el yo; algo que podríamos definir como el mito de la interioridad. ¿Hasta qué punto, verdaderamente, el mensaje digital nos construye como seres sociales?
Este mito nos dice debería existir algo dentro de nosotros con una significación para nuestras vidas, algo que, supuestamente, nos ha sido dado en un origen. Por consiguiente, si no lo tuviésemos, necesitaríamos llenar ese lugar vacío de significación para así lograr una personalidad. Es aquí donde surge el culto a la personalidad, a partir de la agonía del yo y del vacío existencial como trampa ontológica que activa los mecanismos de sobrevivencia del culto a uno mismo.
En realidad, el cuestionamiento se ancla en un terreno dialéctico, donde, al parecer, el ser humano es esclavo de las tecnologías y lo digital. Sin embargo, en un plano contextual veremos que el hombre entra en complicidad con estas herramientas y es ahí donde se forman las interacciones creativas: la tecnología es una proyección morfofórica del ser humano, diría Serres; ella nace de sus necesidades. Es decir, el mito de la interioridad plantea, como bien lo indica su nombre, una mitología, un lugar de significación interior que no existe; lo ha dicho Borges con otras palabras: "somos nuestra memoria, somos ese montón de espejos rotos"
La puesta en escena
The cult of personality es un espectáculo para video, música y danza creado por el compositor Arturo Fuentes, en el cual dos bailarinas (Eva y Anna Müller, originarias de Innsbruck, Austria) desarrollan una coreografía que se acerca más al performance con algunos momentos de teatro musical. Se establece, como punto central de la obra, la transformación del YO, es decir de la personalidad, al contacto con los medios digitales, en este caso por medio del selfie.
En el escenario, colgadas en varios puntos, vemos fotos impresas en gran formato (2mt. X 1mt., aproximadamente). Estas nos muestran detalles del cuerpo de las bailarinas, así como deferentes estados de ánimo. Las fotos son una ejemplificación a gran escala del selfie digámoslo así, en su forma más poética o estética. Las bailarinas realizan poses y movimientos sobre el escenario, mismos que podemos ver plasmados en las fotos que cuelgan de lo alto. Estas fotos son un meta-estado del selfie, su sublimación y a la vez la sublimación del cuerpo.
Por otro lado encontramos en el escenario dos monitores de video y dos cámaras que están captando en tiempo real, en algunos momentos de la obra, los gestos y movimientos en zoom de las bailarinas. El parecido de las bailarinas nos hace pensar en un desdoblamiento de la personalidad, como si fuera un espejo viviente de una sola persona, como si la sombra del ego retomara su propia vida. Al integrar las dos cámaras y los dos monitores de video el efecto de espejo se amplifica. El culto a la personalidad nos lleva a pensar en una sobre exposición de la imagen de uno mismo en los medios digitales: “no eres nadie si no tienes una cuenta Facebook”, por decirlo sarcásticamente.
La música electrónica y acusmática se mezcla en todo momento con los ruidos de las bailarinas en el escenario: sus respiraciones, gemidos y rozamientos de la piel con el suelo. Este efecto se amplifica con micrófonos de contacto distribuidos por todo el escenario. Varias obras que forman parte del catálogo del compositor Arturo Fuentes son la guía para la dramaturgia del espectáculo. Encontramos desde piezas para violín y viola solistas con electrónica, hasta duetos y trio de cuerdas con piano.
La iluminación propone un paralelismo simbólico con el selfie al utilizar 30 lámparas de estudio fotográfico y de cine. El concepto es: el selfie como puesta en escena de uno mismo. El set de iluminación está completamente integrado al escenario, de hecho las bailarinas y los músicos participan encendiendo y apagando las lámparas, esto da un dinamismo a la puesta en escena, llevándola a explorar más vertientes de lo interactivo entre danza y música.
The cult of personality (El culto a la personalidad) plantea un paradigma de nuestro tiempo, donde las redes sociales y lo digital (el algoritmo) construye al hombre y no a la inversa. Esta reflexión sobre la incertidumbre del mensaje digital en los medios de comunicación induce, por otro lado, a un cuestionamiento sobre la personalidad, la privacidad y el yo; algo que podríamos definir como el mito de la interioridad. ¿Hasta qué punto, verdaderamente, el mensaje digital nos construye como seres sociales?
Este mito nos dice debería existir algo dentro de nosotros con una significación para nuestras vidas, algo que, supuestamente, nos ha sido dado en un origen. Por consiguiente, si no lo tuviésemos, necesitaríamos llenar ese lugar vacío de significación para así lograr una personalidad. Es aquí donde surge el culto a la personalidad, a partir de la agonía del yo y del vacío existencial como trampa ontológica que activa los mecanismos de sobrevivencia del culto a uno mismo.
En realidad, el cuestionamiento se ancla en un terreno dialéctico, donde, al parecer, el ser humano es esclavo de las tecnologías y lo digital. Sin embargo, en un plano contextual veremos que el hombre entra en complicidad con estas herramientas y es ahí donde se forman las interacciones creativas: la tecnología es una proyección morfofórica del ser humano, diría Serres; ella nace de sus necesidades. Es decir, el mito de la interioridad plantea, como bien lo indica su nombre, una mitología, un lugar de significación interior que no existe; lo ha dicho Borges con otras palabras: "somos nuestra memoria, somos ese montón de espejos rotos"
La puesta en escena
The cult of personality es un espectáculo para video, música y danza creado por el compositor Arturo Fuentes, en el cual dos bailarinas (Eva y Anna Müller, originarias de Innsbruck, Austria) desarrollan una coreografía que se acerca más al performance con algunos momentos de teatro musical. Se establece, como punto central de la obra, la transformación del YO, es decir de la personalidad, al contacto con los medios digitales, en este caso por medio del selfie.
En el escenario, colgadas en varios puntos, vemos fotos impresas en gran formato (2mt. X 1mt., aproximadamente). Estas nos muestran detalles del cuerpo de las bailarinas, así como deferentes estados de ánimo. Las fotos son una ejemplificación a gran escala del selfie digámoslo así, en su forma más poética o estética. Las bailarinas realizan poses y movimientos sobre el escenario, mismos que podemos ver plasmados en las fotos que cuelgan de lo alto. Estas fotos son un meta-estado del selfie, su sublimación y a la vez la sublimación del cuerpo.
Por otro lado encontramos en el escenario dos monitores de video y dos cámaras que están captando en tiempo real, en algunos momentos de la obra, los gestos y movimientos en zoom de las bailarinas. El parecido de las bailarinas nos hace pensar en un desdoblamiento de la personalidad, como si fuera un espejo viviente de una sola persona, como si la sombra del ego retomara su propia vida. Al integrar las dos cámaras y los dos monitores de video el efecto de espejo se amplifica. El culto a la personalidad nos lleva a pensar en una sobre exposición de la imagen de uno mismo en los medios digitales: “no eres nadie si no tienes una cuenta Facebook”, por decirlo sarcásticamente.
La música electrónica y acusmática se mezcla en todo momento con los ruidos de las bailarinas en el escenario: sus respiraciones, gemidos y rozamientos de la piel con el suelo. Este efecto se amplifica con micrófonos de contacto distribuidos por todo el escenario. Varias obras que forman parte del catálogo del compositor Arturo Fuentes son la guía para la dramaturgia del espectáculo. Encontramos desde piezas para violín y viola solistas con electrónica, hasta duetos y trio de cuerdas con piano.
La iluminación propone un paralelismo simbólico con el selfie al utilizar 30 lámparas de estudio fotográfico y de cine. El concepto es: el selfie como puesta en escena de uno mismo. El set de iluminación está completamente integrado al escenario, de hecho las bailarinas y los músicos participan encendiendo y apagando las lámparas, esto da un dinamismo a la puesta en escena, llevándola a explorar más vertientes de lo interactivo entre danza y música.
GALLERY
Photos: Arturo Fuentes
VIDEO
Trailer Edition: Arturo Fuentes
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